Los Pueblos Blancos de Cádiz reciben este sobrenombre por el color blanco de las fachadas de sus casas, tono que les otorga los baños de cal. Se sitúan al norte de la provincia de Cádiz, en la Sierra de Grazalema (donde se registra la mayor pluviosidad de la península)
Los 19 Pueblos Blancos de Cádiz son: Arcos de la Frontera, Bornos, Espera, Villamartín, Algodonales, El Gastor, Olvera, Torre-Alháquime, Setenil de las Bodegas, Alcalá del Valle, Prado del Rey, El Bosque, Ubrique, Benaocaz, Villaluenga del Rosario, Grazalema, Benamahoma, Zahara de la Sierra y Algar.
Cuando hablamos de Cádiz, es posible que lo primero que se nos venga a la cabeza sean sus paisajes de playas, pero la provincia andaluza es mucho más.
En su interior, y por su sierra de Grazalema (Reserva de la Biosfera por la UNESCO), esconde una herencia de carácter árabe, marcada por la blanca cal de las fachadas de sus casas, que salpican en ocasiones paisajes imposibles.
Si hablamos de la gastronomía en la Sierra de Cádiz debemos destacar los guisos hechos con carne de caza como perdices, venado, jabalí, codornices, son típicos en todos los pueblos de esta comarca y las chacinas, morcillas, butifarras y chorizos son típicas en toda la zona de la sierra de Cádiz. También las tagarninas -las cita Cervantes en "El Quijote"- los espárragos, los alcauciles y los caracoles, son nombres comunes en la cocina casera de temporada.
Como ingrediente indispensable de todas las elaboraciones, el aceite de oliva de la Sierra de Cádiz, con denominación de origen desde el 2002. Un aceite con los aromas silvestres de la sierra, ligeramente picante y amargo, fruto de un cultivo en un terreno abrupto donde la producción masiva es imposible. Un aceite excepcional.